Ir al contenido principal
Logo junta de extremadura
IES Los Moriscos

Taller narrativa los Moriscos

Texto de Christhoper Ramos, participante en el Taller de Narrativa que se imparte en el IES Los Moriscos, y cuyo coordinador es el profesor Jaime Covarsi Carbonero.

 

¿Qué pasó entre nosotros? Tantas risas, tantos momentos compartidos, tantas sonrisas, tantas palabras… Dicen que el tiempo pone a todo el mundo en su lugar. Quizá éste es mi lugar, lejos de ti. Y sé que ya no eres la misma, pero se te echa tanto de menos… Es difícil olvidar cuando has vivido tanto, tanto que te ha marcado la vida, porque esos momentos quedan grabados en el corazón. Hay tantas cosas que no nos dijimos, tanto silencio, tanto dolor y tantas lágrimas… Y al principio te culpaba a ti, estaba tan furioso contigo por abandonarme…, pero el tiempo me hizo pensar que me abandonaste porque estabas furiosa por haberme marchado yo de tu lado. Y empecé a pensar que ambos somos culpables, que no lo hicimos bien, y que solo me gustaría poder pedirte perdón por todo el daño que te hice. Porque a pesar de que duela, aún te echo de menos. Es en este momento cuando te paras a pensar y reflexionar, cuando te das cuenta de que ya todo está perdido y de que ya no hay vuelta atrás. Lo que antes fue un todo, se había convertido en un nada. Christhoper Ramos.

 


En el taller también participan profesores. Aquí mostramos un texto elaborado por el profesor de Francés José Cruz.

 

Todos estaban reunidos en torno al patriarca, una música melódica sonaba de fondo, muy suave, mucha paz, mucha tranquilidad; sobre la mesa una variedad de alimentos: canapés, ensaladas, bebidas varias, bocadillos, pastas de todo tipo, platos cuyo contenido era difícil de averiguar a simple vista, fruta, helados, cafeteras con café, teteras con los más variados tes traídos de lejanas tierras…Los invitados se deslizaban por aquella estancia al ritmo de la música , como dejándose llevar, charlaban, reían, se emocionaban, algunos se abrazaban, otros se saludaban con un fuerte apretón de manos o dos palmaditas en la espalda, como si hiciera mucho que no se veían, los pequeños correteaban sin cesar, armando jaleando y tirando algún objeto al suelo, el patriarca observaba la escena desde su rincón particular; Miraba aquí y allá, sonreía, de vez en cuando saludaba levantando su mano a alguien que estaba más lejos, más retirado, pero en ningún momento se le veía hablar con nadie, pero eso sí, se sentía feliz, o al menos, intentaba aparentarlo José Cruz. 

 


Todos estos textos los podéis consultar en el  blog del Taller de Narrativa